Iznik Ultra: mi vuelta al lago (y 3)

jueves, 7 de mayo de 2015

Lógicamente me pegaban buenas pasadas los de maratón, faltaría más, pero con un pelín de fuerza hubiese podido seguir a ratos a alguno, pero claro, no las había, con 100 km en las patas, ellos frescos, se me hacía imposible. Pero vamos, que iba en mi carrera, no me preocupaba, iba entretenido mirando material, pisadas y algún culo de buen ver. Lo normal, vamos. Como curiosidad, en la prueba larga Raidlight era mayoría en mochilas, Salomon marginal, y calzado muy diverso, Asics, Adidas, Nike... Coño, qué culo tiene esa. En la maratón, bastante Quechua, cero (o casi) Salomon en mochilas, poco en los pies. Joder con las turcas. Y así iba. Este tramo intuía que iba a ser pestosillo, un subebaja largo, a ratos con unas excelentes vistas del lago, pero interminable. Segunda crisis. Fue infinito, no considero que sufriese realmente, iba un poco harto, sin fuerza, muy cansado. Cada mínimo repecho era andar inevitablemente, Iznik estaba muy a tomar por saco aún, se veía desde demasiados kilómetros de antelación. A cambio, las vistas del lago, desde cierta altitud, eran más que bonitas, lo que alegraba a ratos el penoso transitar de un servidor. En este tramo me pasó Emmanuel Gault, de Asics, ganador de la CCC hace unos años; los de la maratón  no me impresionaron, pero Manu sí, joder, iba muy de puntillas en una subida, superágil -y llevaba unos 60 km en las patas-, muy sobrado, anduvo un poco en una subida por beber y arrancó en la misma subida a correr (definición es ir sobrado), finísimo. Depa creo que fue que me dijo después que va a la Western, desconozco qué experiencia tiene en distancia 100 millas, pero que se preparen. Nada más que contar de este infinito tramo excepto "joder, otra puta subida, cuándo se baja al pueblo". Entraba algo de viento, no hacía calor, alguna nube. Al día siguiente entró un viento bestial y bajó la sensación térmica (y lo que no es sensación) muchísimos grados, fuimos muy afortunados. Hartazgo general, apatía, acabaracabaracabar.


Todo llega, más tarde que pronto cuando vas cascado. Pero llega. Este tramo se me ha hecho tan largo, tan duro, pero se ha acabado, bajo al pueblo que parecía que nunca iba a llegar. Último avituallamiento. Quince a meta. Otra vez me siento. Otra vez me cuesta levantarme. Por cierto, control de material, creo que es el primero que me hacen en la vida. Taza y chaqueta. Una de las cosas más horrendas que me han hecho llevar como material obligatorio es un chaleco de alta visibilidad, el del coche, vamos, y que fuera homologado, detalle importante. Así fui 50 km, con él puesto, y luego a la mochila, pesado, bastante volumen. Manda huevos que llevemos material que ni la NASA y luego te tengas que poner una mierda de chaleco que pesa un quintal y transpira una mierda. Pero había que llevarlo. Por qué coño tenemos que coger atajos, por qué no podemos hacer las cosas bien. Si te piden un puto chaleco, lo llevas y ya está, que no se te van a ir los puntos del ojete, cojones. Me pone de mucha mala leche el tema. Nosotros así hicimos, otros no lo llevaban puesto, otros unas cintas reflectantes, otros cortavientos fosforescentes (pero no homologados). Véase la foto de la salida. Salgo del pueblo, en varios de estos pueblos, muy muy rurales, no míseros pero cercanos, nos animan señoras con vestidos floreados, pero que recuerdan a las películas de Paco Martínez Soria, y es que la Turquía profunda se parece a la España de los cincuenta. Vamos a meta.


Este tramo tenía una bajada corta, una subida de un suspiro, bajada y unos cinco llanos a meta. El infierno tiene un lugar especialmente reservado para los que hacen los perfiles, justito al lado de fisioterapeutas y masajistas. Malnacidos. Nosotros pagamos sus traumas infantiles. Por la cuarta subida mis pensamientos iban hacia la persona que había hecho el perfil, y no eran pensamientos precisamente de amor. Cómo se puede ser tan desgraciado. Tenías que fijarte bien para ver la dichosa minisubida dibujada y eran varias rampas considerables. En fin, a esas alturas de carrera, bien es cierto que ya me pueden poner un 9a que lo subo igual.


Para arreglar este tramo, tuve dos entretenimientos adicionales. Uno, se me caían los pantalones. No es una forma de hablar, iban bajándose hasta que me los subía, 200 metros más allá lo mismo. Y eso que llevaban malla incorporada, que siempre rozan más y se caen menos. La razón, los bolsillos laterales a tope de cosas. Comida, dibujito con el perfil, pilas de repuesto del frontal, batería para cargar el GPS. La madre que me parió. Y dos, llevaba unas zapatillas grandes, porque cuando me las pillé llevaba plantillas ortopédicas, me las he quitado porque sí y me sobraban bastante, con lo que en esta bajada final me iba molestando el mismo dedo gordo que me machaqué en la Madrid-Lisboa, con lo que no me llegó a crecer del todo en estos siete meses y ya la tengo igual a esa foto, y se me va a caer otra vez.

Este tramo era el más chulo de la carrera, sorprendentemente no me dolían demasiado las patas bajando, había algún senderito chulo, era variado, luego un río para limpiar las zapatillas... y luego barro y charco con sus ocho calles para llegar con ellas bien manchadas (esto se le ocurrió al mismo bastardo del perfil, seguro). Y de repente, se acaba la bajada, civilización, e Iznik al fondo. Llaneo, pista horrorosa y polvorienta, infinita, pero di con un italiano que vive en Estambul, y que hablaba un muy buen castellano y compartimos estos kilómetro finales un poco menos mal. Era su primera maratón, iba bien servido el amigo también y cuando no era el uno era el otro, íbamos pidiendo clemencia, andar unos segundos, trotar cochinamente otros cientos de metros, chocar las manos de algún chaval, andar otro poco, entrar en el pueblo, tour turístico-político por el mismo, pasar por delante de mis dos restaurantes favoritos, ¡pasar a 50 metros del hotel! -lágrimas en los ojos... porque me separaría en dirección opuesta unos 500 metros de él, cuando podía ir directamente a la ducha y la cama-, paseo marítimo (¿lagunítico?) y arco de meta a lo lejos. Unos minutos antes de las dieciocho horas. Era de día. Vuelta al lago Iznik completada. Ha estado bien. Soberana paliza.

Medalla tamaño pizza familiar muy chula, con azulejo local incrustado, permitidme que presuma de ella, es la única que hay en España, por ahora.


Estaba muy cansado, localicé una silla que algún despistado se había dejado sin ocupar, y me hago fuerte en ella. Intento llamar a casa, pero siento que no estoy en las mejores condiciones, no me vi lejos de algún mareo tonto, cansancio un tanto extraño este cuando no considero que me vaciase realmente, aunque sí una seria paliza. Aparece David, me hace la siguiente foto aprovechando que no tengo fuerzas para lanzarle nada... Francamente cansado, francamente satisfecho.


No he rendido mal, ha habido momentos buenos, no he tenido una gran petada, he superado dos crisis, he comido más que otra veces, aunque sigue siendo lo peor que hago. El Fénix me marca 137 km, Wikiloc 137,99. Ha sido un buen paseo, vive dios.

La carrera está excelentemente organizada, marcaje, avituallamientos, meta, bolsa de autoavituallamiento en su sitio, incluso David desgraciadamente probó la evacuación y de maravilla. El pueblo de Iznik y la región de Bursa se han volcado bastante con la prueba, y creo que merece la pena. No es una carrera de montaña española, si vas pensando en desnivel y pedruscos, no es para ti; es un trail, más corredor, menos desnivel, quizá más americano que alpino o pirineístico, pero me gusta conocer cómo se practica este deporte en otras partes del mundo, lo agradece la perspectiva. Puedo recomendar la carrera como segura y muy bien organizada, así como el país, creo que es muy fácil montarse una carrera a poco más que precio francés, alemán o italiano con el exotismo de Turquía, aprovecharlo para un viaje en pareja o familia, y ver un poco de mundo. Espero que siga contando con un sitio en el calendario. Y si alguien tiene algún reparo o duda, le ayudaré en lo que pueda, mejor en la sección comentarios para que sea útil para todos, pero también por email si así se desea.

Cae la tarde en Iznik, se va poniendo el sol, ese que he perseguido durante tantas horas. En día y medio ha pasado tanto, salí (salimos) a medianoche, estoy al atardecer de vuelta, fundido, con el trabajo realizado...


Creo que me he ganado un descanso.

s

Iznik Ultra: mi vuelta al lago (1)
Iznik Ultra: mi vuelta al lago (2)
Iznik Ultra: mi vuelta al lago (y 3)

+: Iznik Ultra

11 comentarios:

Arantza Ugalde dijo...

Impresionante. A tus pies...

ser13gio dijo...

Es poner un pie delante del otro, no tiene nada de impresionante. Gracias de todas formas.

Saludos,
s

Anónimo dijo...

Muy chula la carrera, y muy bien contada la historia. Enhorabuena, fenómeno.

Pruden.

Mapatxe dijo...

VAYA!!!!....................Una pena que no se celebre el año que viene........
Ya la ha corrido Sergio, ya nos ha puesto los dentes largos y ya seguro que desaparece el año que viene.......JJJ

Buena crónica!!!!

ser13gio dijo...

Gracias Pruden. Está bien, ya digo que fuera de los estándares españoles/europeos de subir y bajar todo lo posible, es otro rollo, pero está muy bien, y muy bien organizada.

Por eso cuelgo el track, Mapatxe, porque como se va a cancelar (terremoto, caída de satélite ruso, revueltas de amas de casa...), al menos alguien la puede hacer a su aire :)) Como lo lea el organizador va a pensar raro, je je.

Saludos,
s

Anónimo dijo...

Descanso merecido.
Bien, pollo, bien!
Somal

Mr. Burns dijo...

Bueno, ha merecido la pena esperar a la tercera parte del folletín. :-)

Bricoconsejo para la próxima: Hay chalecos reflectantes homologados para climas cálidos. Son mucho más ligeros y transpirables que el que llevas en la foto. Pregunta en cualquier tienda de ropa de trabajo.

(De nada)

Alejandro dijo...

Una de las opciones para acabar el año es correr por la Capadocia... el ultra patrocinado por North Face... un país muy muy recomendable para turistear...
Esta del Iznik si sobrevive a tu gafe queda en la agenda para próximos años.

ser13gio dijo...

Gracias, Somal.

No sabía que los había veraniegos. Vamos, si casi me voy sin él, me acordé en el último momento. Gracias, Mr.

No os fiéis de los patrocinios, si supierais lo que algunas marcas aportan a las carreras fliparíais. Dicho esto, Capadocia me quedé sin verla y dicen que mola, así que, otra excusa para ir a Turquía, que es muy grande y tiene mucho por ver.

Saludos,
s

Mugalari dijo...

Hola Sergio.

Que configuración llevabas en el Garmin?

ser13gio dijo...

1" en toma de datos, y track modo inteligente. Por eso no me llegaba (casi seguro) a meta y tenía que cargar, no usé modo Ultratrac esta vez.
s

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